And so the journey begins!
- Daniela
- 27 abr 2017
- 2 Min. de lectura
Hoy por fin, después de un mes largo sin la posibilidad de poder compartir con ustedes mis aventuras por Europa, llegó mi querida madre y su novio a Roma, donde me encuentro hace un par de días; con su llegada, no solo llegaron abrazos, besos y sonrisas sino también EL ítem gracias al cual puedo compartir esto hoy: My Precious, mi computador.
Han pasado 38 días desde que crucé el charco y pisé territorio europeo lo que ha sido una experiencia increíble que quiero contarles “de pe a pa”, como decimos en Colombia, pero tendré que dividir esta aventura en varias entradas. En esta entrada, les voy a contar un poco de mi mis últimos días en Colombia hasta el primer día en Barcelona, España.
Mi última semana en Colombia transcurrió como una semana común y corriente a excepción de la búsqueda de mi (muy lindo) backpack y otras compras de último momento; además, tuve que escoger la ropa que debía llevar para el viaje que, gracias a los (muy cansones) vientos polares, no me sirvió mucho pues esperaba llegar a vivir una típica primavera europea y me encontré con otra Bogotá, incluso más fría.

Mi muy lindo backpack, está marcado, ¿si vieron?
Después de varios desayunos, almuerzos y onces de despedida, llegó mi último fin de semana en la capital colombiana y me fui de rumba como se debía; después de superar el guayabo del aguardiente (el cual no me hace falta en lo más mínimo), terminé de despedirme de mis seres más cercanos para cerrar mi backpack con candado y montarme en el avión que 10 horas después aterrizaría en Barcelona.
Finalmente, cansada y con torticolis, me bajé del avión, agarré mi backpack (que me pesaba muchísimo para ese entonces) y me dirigí a la salida para encontrarme con un viejo amigo de mi mamá, Claudio, quien me llevó a la casa de Santi donde me quedé los siguientes 3 días. Después de hablar sin parar durante las siguientes dos horas y esforzándome para no quedarme dormida, salimos a caminar por la linda ciudad de Barcelona rumbo a la estación central de trenes a donde llegó Camila.
¡Por fin! Después de tres años sin vernos, nos encontramos en la estación y arrancamos de vuelta a la casa para dejar su maleta y salir nuevamente a caminar y a comer tapas españolas; después, llegamos a la casa con las barrigas llenas, el corazón contento y el cansancio a flor de piel, a dormir.

Daniela y Camila, Noche #1
De este modo, el marcador queda así: últimos días, día y noche #1 en Europa: check.
Ahora sólo me quedan 37 días más por contarles pero tranquilos, no les contaré uno por uno, dividiré esta aventura por ciudades.
Pd: en la página de Random Stuff, encontrarán entradas llenas de pensamientos y anotaciones sobre varias cosas que han ocupado mi cabeza y corazón durante estos días.
Peace out.
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